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Un producto de segunda marca o marca blanca no es necesariamente inferior que uno de primera marca. Por lo menos no en cuanto a calidad se refiere.

Esto se debe que muchos fabricantes de primeras marcan ofrecen productos de segunda marca también. La misma calidad del producto pero distinto precio. Por qué hacen esto, simple se debe a una estrategia de marketing en la que lanzan productos más baratos para captar un segmento distinto de consumidores con niveles de poder adquisitivos más bajos. De esa manera amplia su porción del mercado, sin afectar la imagen de su producto estrella.
Hemos de reconocer que tanto los productos de primera marca como los de segunda, tienen un proceso de producción casi idéntico, solo en las últimas etapas puede encontrarse unas pequeñas diferencias, como algún detalle extra de los de primera marca, el tipo de logo, el empaquetado, y claramente el precio.

Vale la pena tomarse el tiempo de averiguar a qué empresas o fabricantes pertenecen esos productos de segunda marca (o lo que es lo mismo si la empresa del producto de primera marca que consumimos cuanta con esta segunda opción) ya que esta es una forma muy simple de ahorrar.

Podemos lograr una diferencia de precio entre primeras y segundas marcas hasta más del 50%.
Las marcas blancas son las que brindan los supermercados o cadenas, que venden productos de su propia creación y les sirve para hacer promociones en las que ofrecen ofertas o precios muy bajos.